La Casa del fermentino es un lugar mágico en el cual los frutos secos cobran vida gracias a uno de los procesos más antiguos del mundo: la fermentación. Complementar la alimentación cotidiana con productos vegetales y fermentados es una manera saludable de introducir nuevos sabores, aromas y texturas en la comida que consumimos.
Es una manera de abrirse a experimentar, partiendo de la naturaleza y los secretos más antiguos. A partir de esta idea se originan las ganas de difundir la cultura del bienestar, ayudando a las personas a seguir un estilo de vida saludable y lo más cercano posible a la naturaleza.