Procedimiento
Tamizar y combinar las harinas para preparar la masa en un bol grande.
Disolver la mitad de la levadura en dos dedos de agua en un vaso y añadirla a las harinas junto con media cucharadita de azúcar. Girar la masa con las manos. Agregar poco a poco el agua a temperatura ambiente.
Continuar amasando hasta obtener una masa suave y pegajosa con todos los ingredientes bien mezclados.
Cubrir el bol con film transparente y dejarlo reposar en el horno apagado durante unas 7 horas.
Una vez que haya leudado, espolvorear un poco de harina sobre la superficie de trabajo y verter la masa.
Golpear repetidamente la mezcla doblándola sobre sí misma. Cuando esté compacta y menos pegajosa, agregar una cucharadita de aceite y continuar girando hasta obtener una hogaza suave y ya no pegajosa.
Añadir una pizca de harina, tapar con un paño y dejar reposar durante una hora.
En este punto dividir la masa en 4 bollos, extenderlos con las manos y la ayuda de la harina para prepararlos para el aderezo.
Para cada pizza verter la salsa de tomate condimentada con aceite y orégano, esparciéndola uniformemente por toda la superficie.
Lavar las berenjenas y los calabacines, cortarlos en rodajas y asarlos en una sartén. Luego colocarlos sobre las pizzas y hornear en un horno precalentado y ventilado a 250 grados durante unos 20 minutos.
Una vez fuera del horno, agregar el fermentino a la pimienta negra cortado en rodajas y los tomates cherry en trozos.
