Los fermentinos son perfectos para comerlos solos, sobre una rebanada de pan y también juntos con otros ingredientes. Son versátiles y se pueden utilizar para realizar muchos platos: entrantes, primeros y segundos platos y postres. Los fermentinos enriquecen con sabor las recetas más simples como tostadas, sopas crema de verduras, ensaladas o pasta y las más elaboradas como risottos, sushi y pizzas.
¡Selecciona el fermentino que quieres probar del menú despegable, elige el tipo de plato que quieres preparar y diviértete cocinando!